Nueva Inglaterra en Otoño
Los colores que dibujan los campos de Nueva Inglaterra durante el otoño, son de una tinta de otro mundo, otro lienzo, otros artistas.
Los colores resplandecen las articulaciones de los más celebres frescos del romanticismo pasado y los mejores impresionistas de nuestro tiempo. Historiadores, poetas y escritores han tratado de imponer su estilo, su brillo y su firma, pero los colores de Nueva Inglaterra en el otoño, son de otra naturaleza.
Tomamos un tour, pues viajando con un guía especializado es la mejor manera de entender la historia y costumbres de esta zona tan fascinante de los Estados Unidos y también porque ellos conocen los lugares secretos y escondidos, precisamente donde los colores de los árboles parecen haber sido pintados por el artista supremo.
Nuestro tour comenzó en Boston; la “Cuna de América” capital de Massachusetts fundada en el año 1630 y una de las ciudades más antiguas de América. Su historia es tan vibrante como elegante; una ciudad Cosmopolitan con una mezcla de arquitectura moderna con sus barrios antiguos y nostálgicos del pasado.
Nuestro recorrido incluyo el famoso “Freedom Trail” o “Camino de la libertad” una caminata de 2 millas y media que nos trasladó por los mismos pasos de esos visionarios y héroes que sembraron las raíces de este gran país.
El Boston Common, Beacon Hill con sus elegantes condominios modernos subrayando el contraste con sus calles angostas y empedradas, el famoso estadio de Fenway Park y el museo del USS Constitution.
Y por supuesto una caminata por las explanadas de la famosa y reclamada Universidad de Harvard en Cambridge nos hizo sentir como parte de esos genios y elites de la educación mundial.
El secreto de muchos artistas que son tan lonjevos, es que cada pintura es una nueva aventura. Por eso, ves que siempre ven hacia adelante, en busca de algo nuevo y emocionante. El secreto es no mirar hacia atrás.
-Norman Rockwell
Una de las paradas más interesantes del tour fue el museo del aclamado caricaturista, Norman Rockwell. Quien se hizo famoso por sus portadas del “Saturday Evening Post”. Realizó de Stockbridge, su casa, y hoy su arte es admirada por miles de turistas que se conglomeran en el museo que lleva su propio nombre.
En el estado de Vermont el follaje es aún más brillante y espectacular, la mayoría de estos colores oro, rojo y naranja vienen de los árboles maple de azúcar que abundan en Vermont. Nuestro destino final del día fue Stowe, un pueblo pequeño y clásico de Nueva Inglaterra escondido en las montañas verdes.
De las Montañas verdes de Vermont nos dirigimos hacia las Montañas blancas de New Hampshire, no sin antes hacer una parada en una de las tantas fincas donde se fabrica la famosa miel de maple.
Aquí nos instruyeron en el arte de hacer esta tan deliciosa miel, desde como tocan los arboles hasta la destilación y claro está, las pruebas.
Por los caminos escondidos y desiertos de esta zona y con una vista espectacular de Mount Washington, nos dirigimos a Portland, Maine.
Maine es mundialmente conocida por sus langostas, aquí nos dieron una demostración personal en un auténtico bote de langostas, y tuvimos la oportunidad de cachar una que otra.
Portland en sí, es una pequeña ciudad costera con una restaurada arquitectura del siglo 19.
Sus pequeñas callecitas angostas y rocosas con sus boutiques y restaurantes de todo tipo le dan ese ambiente turístico y un destino ideal para aquellos que quieran disfrutar de algo diferente.
Continuamos nuestro recorrido por la majestuosa costa de Maine y llegamos al histórico Bar Harbor – al lujoso Cliffside Inn; un hotel muy lindo con jardines tropicales y vistas panorámicas de las barrancas que se mezclan con la costa y enriquecen y deleitan el sentido de la vista. Tomamos una barquita muy tradicional y disfrutamos de los pintorescos islotes con sus faros y cabañas que adornan casi toda la costa de Maine.
Con rumbo al sur nos dirigimos al pequeño pueblecito costero de Ogunquit que se traduce “Hermoso Lugar en el mar”.
Este puerto, muy clásico de Nueva Inglaterra ofrece un clima templado durante la mayor parte del verano y la primera parte del otoño.
De ahí continuamos y entramos nuevamente a New Hampshire al bello pueblito de Conway y sus puentes techados que le dan un ambiente muy romántico.
Las hojas empiezan a cambiar de color en la región norte de Maine, Vermont y New Hampshire a mediados de Septiembre y llegan a su máximo esplendor a mediados de Octubre. Los estados del sur como Massachusetts y Rhode Island, la costa de New Hampshire y el sur de Maine, los colores se reflejan más tarde y generalmente duran hasta principios de Noviembre.
Nueva Inglaterra en el otoño es sin duda un destino espectacular lleno de historia y color que le abrigara, lo impresionara y lo dejara con ganas de volver.
-Gilbert Ortiz